Pues dos prisioneros al día siguiente empezaban cadena perpetua.
Y le dice el listo al tonto: Coge aquella lima y cuando se acueste esta gente nos ponemos a limar.
Dice el tonto: ¡Venga, vale!
Se pone el listo a limar las rejas de la cárcel.
Se despierta el guardia y dice: ¿Quién anda ahí?
El listo dice: ¡Miau!
Y dice el guardia: Ah, ese es el gato de siempre.
Ahora se pone a limar el tonto y dice el guardia:
¿Quién anda ahí?
Y dice el tonto: ¡¡Otro gato!!
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